jueves, 11 de agosto de 2011

La diferencia —Rocío Durcal



Aunque malgastes el tiempo sin mi cariño,
y aunque no quieras este amor que yo te ofrezco.
Y aunque no quieras pronunciar mi humilde nombre,
de cualquier modo yo te seguiré queriendo.

Yo sé que nunca querrás jamás amarme;
que a tu cariño llegué demasiado tarde.
No me desprecies, no es mi culpa, no seas malo,
porque tu eres de quien quiero enamorarme.

¿Qué daño puedo hacerte con quererte?
Si no me quieres tu, yo te comprendo.
Perfectamente sé que no nací yo para ti,
pero ¿qué puedo hacer, si ya te quiero?

Déjame vivir de esta manera.
Yo te quiero tal y cual, sin condiciones;
sin esperar que un día tu me quieras como yo.
Consciente estoy mi amor, que nunca me querrás.

Tal vez mañana yo despierte sola,
pero por el momento quiero estar soñando.
No me despiertes tu, ¿no ves que así yo soy feliz?
Consciente estoy mi amor que no eres para mí.

No hay necesidad que me desprecies,
tu ponte en mi lugar. A ver, ¿qué harías?
La diferencia entre tu y yo sería, corazón,
que yo en tu lugar... que yo en tu lugar 
si te amaría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario